Carlos de Inglaterra vuelve a arremeter contra la arquitectura moderna (elmundo.es, 02/02/2012)

    Afirma que el cristal, el acero y el cemento no son productos sostenibles

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"Un edificio que está de moda hoy es
casi inevitable que muy pronto parezca viejo"

EFE Londres

 

El príncipe Carlos de Inglaterra volvió hoy a criticar en Londres la arquitectura contemporánea por considerar que sus diseños "modernos" son poco ecológicos debido a los materiales que utiliza.

 

En una conferencia ante los principales ingenieros civiles del Reino Unido, el heredero al trono británico, defensor a ultranza de la arquitectura tradicional, denunció que el cristal, el acero y el cemento, que dominan la línea del horizonte de Londres, no son productos sostenibles.

 

"Construimos a corto plazo sin conseguir durabilidad ni belleza. Lo que hacemos es un lastre en vez de un activo para las siguientes generaciones", aseguró el príncipe de Gales, de 63 años.

 

Durante el acto celebrado en la sede del Instituto de Ingenieros Civiles (ICE, por sus sigas en inglés) se lamentó de que cada vez son más los edificios que se construyen con materiales "profundamente hostiles con el medio ambiente".

 

 

En este sentido, enumeró el cristal, el acero y el cemento, materiales cuya su producción conlleva, según Carlos, mucho gasto de energía especialmente si se utiliza en diseños que son "muy para el momento".

 

Precisamente son estos materiales con los que están construidos nuevos edificios emblemáticos de Londres como la torre de Norman Foster en la City, conocida como "Gherkin" (pepinillo), o el rascacielos Shard de Renzo Piano.

 

"Un edificio que está de moda hoy es casi inevitable que muy pronto se pase de moda, parezca viejo, pasado y nunca más contemporáneo", se lamentó el príncipe.

 

En este sentido advirtió de que "en 30 ó 40 años, algunas veces antes, estos edificios están ya listos para ser demolidos y reemplazados".

 

En su afán por mantener las formas más conservadoras de arquitectura, el príncipe Carlos puso en marcha un proyecto en la provincia de Dorset (sur de Inglaterra) en la que se construyó todo un pueblo utilizando edificios ecológicos y con diseños tradicionales.

 

En 2009, Carlos de Inglaterra intentó bloquear el One New Change, de Jean Nouvel, en las inmediaciones de la catedral londinense de San Pablo.

 

En otra ocasión, el príncipe Carlos logró modificar, por considerarla de mal gusto, la expansión del museo National Gallery.

 

 

Rogers en Chelsea

El hijo de la reina Isabel II no ha escatimado en utilizar su influencia para enfrentarse a grandes arquitectos británicos como Richard Rogers, del que consiguió boicotear un proyecto de viviendas en el exclusivo barrio londinense de Chelsea.

 

A través de una carta, el príncipe Carlos se dirigió en 2009 al emir de Qatar, propietario del complejo y criticó el diseño de Rogers calificándolo de "loco".

La interferencia del miembro de la familia real fue duramente criticada por parte de los medios de comunicación y el colegio de arquitectos del Reino Unido (RIBA, en inglés).

 

 

25 años de confrontación

La aversión de Carlos de Inglaterra hacia la arquitectura contemporánea viene de lejos. En 1984, el príncipe pronunció su sonado 'Carbuncle' speech en el palacio de Hampton Court, en el que cimentó su alegato contra la profesión: "¿Por qué todo tiene que ser vertical, plano y inflexible o ángulos rectos", dijo entonces.

 

En 1994, la revista 'Perspectives' publicó un nuevo alegato del príncipe, que tiene sus propios negocios inmobiliarios, contra la arquitectura contemporánea.

Desde entonces, la Arquitectura ha cambiado y las formas curvas o redondeadas han ganado protagonismo, de la mano de Zaha Hadid, Frank Gehry o Rem Koolhaas. Ahora, Carlos arremete contra los materiales.

 

 

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